viernes, 17 de enero de 2014

@DestWestera: "What rules this world?"



"What rules this world?"

El tiempo pasaba, y no había día en el que esa pregunta no le rondase por la cabeza a Cersei Lannister. La frustración, la congoja y la rabia por como estaba cambiando su reino, la ponía enferma. Había veces en las que deseaba matarlos a todos, dejar claro que era la Reina de los Siete Reinos hasta que su primogénito se desposara...

"but the war is not won"

No... si había algo que sobraba en ese momento era la sangre derramada, las ganas de venganza creciendo, los enemigos al acecho...

"What rules this world?" - "Ambition"

Eso era. La ambición les cegaba a todos. Todos querían el trono de hierro, ese estúpido sillón forjado con espadas... poder. Gobernar. Baratheon's que reclamaban su corona, Stark's que querían venganza, Tyrell's que aspiraban a enredarse entre los leones... Cersei los despreciaba a todos, no quería saber nada de ellos, a más de uno les deseaba la muerte.

Y mientras los hombres se peleaban por aquello que predicaban suyo, ella se sentía de lo más inútil. Y Cersei no estaba hecha para sentirse inútil, era una Lannister... Pero ya poco le importaba en ese mundo; su mundo, lo que verdaderamente le importaba, eran sus hijos.

Poco le mantenía con vida salvo protegerlos, ayudarles, guiarles. El pequeño de todos, Tommen, necesitaba a su madre firme... no se merecía vivir aquel infierno, era de los más inocentes en todo ese asunto.
Después Myrcella, su pequeña, su leona y orgullo... cada vez crecía más, pero crecería en un mundo de hombres, cruel y salvaje... Debía enseñarla a sobrevivir, ser su ejemplo a seguir, hacerle aprender a ser fuerte y a que su rugido se oyera siempre, aunque fuera una mujer. Ella sería el legado de Cersei, la nueva Luz de Occidente.

Pero ante todo su prioridad era Joffrey. Siendo rey tan joven, envuelto en guerras, odiado por el pueblo... Jamás dejaría a Joffrey a mano de esa manipuladora de Margaery, no dejaría que tomase más decisiones erróneas. Veía tanto de Jaime en él...

"Jaime"

Ni una sola hora, de todos esos días, había podido eludir la preocupación, la tristeza, la nostalgia... Pensar en Jaime era inevitable. Ni siquiera sabía cuanto tiempo llevaba preso, maltratado seguramente por los norteños... Había depositado sus últimas esperanzas en su padre, quién había prometido que su prioridad era devolverlo a casa. Y aún así, el miedo no escapaba de su cuerpo.

- No está muerto. No. Lo sentiría. -murmuraba a veces para sí misma, entre copas de vino. "Pero herido, quizá. Torturado, probablemente. Prisionero, seguro. Lejos de mí, dolorosamente". Echaba de menos demasiado a su mitad, a su verdadero amor, al auténtico padre de sus hijos y al único hombre verdadero que conocía después de Tywin. ¿Cómo estaría? ¿Dónde? ¿Cuándo podría volver a verle? ¿Cuándo sentiría de nuevo sus caricias? ¿Cuándo volvería a perderse en sus besos?

A veces soñaba, despierta o dormida, en el momento en el que volvería a verle. ¿Le vería de verdad o sería un espejismo? ¿Se vería obligada a verle yacer en una cama en su reencuentro? Y... ¿seguiría siendo Jaime? Quién sabía si todo aquello le haría cambiar.

Sentada en una de las terrazas de la Fortaleza Roja miraba el mar, ausente, con una jarra en la mesa de su lado. Pero aquel día no le apetecía ni siquiera beber. Una pesadilla, donde el cuerpo muerto de Jaime se le había aparecido dedicándole una despedida, hacía ennegar sus ojos en lágrimas. Los cerró, lentamente, repitiéndose una y otra vez que debía estar bien, pero odiando esa sensación que le había dejado. Los sueños la trastornaban; todo parecía demasiado real.

Necesitaba volver a tiempos pasados, recordar los años buenos, revivir viejas sensaciones... sus encuentros furtivos a escondidas de los ojos curiosos, paseos por la playa, escapadas a caballo, dulces palabras susurradas al oído, consolarse en su hombro tras un mal día, abrazarle, olerle...

Una lágrima terminó recorriéndole la mejilla. Hasta su imaginación, si pensaba en Jaime, era poderosa... Su “Cersei” le había parecido tan real.
Pero no había sido él el que la había llamado, y una mano secó esa muestra de debilidad traicionera, rápidamente, para girarse ante el intruso con sequedad: Tyrion.

- Vete. –le dijo sin preámbulos nada más verle, retomando su vista hacia el exterior. Pero podía seguir oyendo que seguía allí, acercándose... hasta escuchaba su molesta respiración en la misma estancia.- ¡Vete! –le bramó esta vez con rabia, perdiendo por fin de vista al enano.

“What rules this world?" - "Love"

Já. La hipocresía se cernía sobre los que decían aquello.
¿Amor? Qué sabían ellos del amor.
Nadie amaba más que una madre, nadie amaba más que ella.

"Ambition" - "No more"

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